lunes, 29 de julio de 2013
Había una vez 6
Había una vez un pastor y sus ovejas. Mientras las ovejas tranquilamente pastaban, el pastor se sentaba entre ellas mirando el celeste cielo recordando a su amada mientras acariciaba el enrulado pelo de la que tenía más cerca. Pero resulta que esa vez, la afortunada no era otro sino el mismísimo lobo disfrazado y cubierto de la ovina piel que utilizaba para sus carnívoras andanzas. Muerto de miedo y mirando el gran cuchillo que tenía el pastor en la cintura, el lobo se quedó quietito para no ser descubierto pero aquella mano seguía y seguía avanzando acariciándolo. La historia cuenta que el lobo volvió muchas otras veces a visitar el rebaño pero nunca jamás faltó ninguna otra oveja.
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