Había una vez una tormenta
que se desataba al más mínimo roce.
Lejos de calmarse quería más viento.
Cuando ya parecía que se hacía la calma,
la segura tranquilidad,
el reposo,
la serenidad de la edad
otra chispa de rayos, como relámpago
volvía a tronar en mi ventaba.
Había una vez una tormenta
que se desataba al más mínimo roce.
Lejos de calmarse quería más viento.
Cuando ya parecía que se hacía la calma,
la segura tranquilidad,
el reposo,
la serenidad de la edad
otra chispa de rayos, como relámpago
volvía a tronar en mi ventaba.
que se desataba al más mínimo roce.
Lejos de calmarse quería más viento.
Cuando ya parecía que se hacía la calma,
la segura tranquilidad,
el reposo,
la serenidad de la edad
otra chispa de rayos, como relámpago
volvía a tronar en mi ventaba.
1 comentario:
¡Escribiste 34! Son un montón che. Felicitaciones y gracias.
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