jueves, 29 de agosto de 2013
Había una vez 56
Había una vez un Mundo del cual a veces me quería bajar como ya decía hace muchos años Mafalda. De aquel entonces a hoy, poco o nada a variado. Bueno sí, ahora ya estoy más crecido en años y en conciencia. Esa conciencia que dice: los rumbos son otros, no los que siempre me han hecho creer y que inocentemente he creído. El destino no se dibuja de palabras grandilocuentes, ni de presidentes, ni de partidos, ni de los buenos ni de los malos, nadie te representa y vos no representas a nadie, sino tan solo a vos mismo. El destino se dibuja con crayolas, con pinceles, con auténticos pizarrones, con mesitas para amasar plasticina y huertitas multicolores, con palabras bien chiquitas, con abrazos y emociones. El destino es el de al lado y el rumbo hoy es el ejemplo, el propio.
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