Soy una pared, no hablo, solo
soy el soporte de los cuadros,
la estanteria de sus libros, las
frases escritas de su expresión.
Solo existo cuando me acaricia
en el dolor, cuando habla y me
mira como si fuera el otro. Soy
aquella pared rígida que resiste
los golpes de la ira, pintada de
colores en la alegría, que queda
aburrida y sola cuando no estás.
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