lunes, 29 de julio de 2013

Había una vez 2

Había una vez El Éxito tocando la puerta. Le abrí, le ofrecí asiento y un té. Me entregó su tarjeta y un folleto cargado de exitosas maneras de acceder a la cumbre. Tomé el folleto de cartón satinado y en letras de oro e hice que lo estudiaba detenidamente. El Éxito apuraba su taza sin percibir de que le había servido veneno. De tanto en tanto alzaba mis ojos y lo miraba en forma casi comprensiva.

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